Personal de salud del ebáis La Casona de la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS) aprovecha los primeros meses del año para realizar visitas médicas domiciliares en territorio indígena.
Esta zona montañosa se caracteriza principalmente por contar con comunidades muy alejadas y de difícil acceso, y cuando llegan las lluvias los ríos y quebradas se crecen, y el paso es prácticamente imposible ya que el ingreso es únicamente a pie o a caballo.
Según explicó la doctora Adriana Cortés Ángel, médico del equipo, las visitas que se realizan durante los primeros meses del año, aprovechando el verano, es a pacientes con enfermedades que les dificultan el desplazamiento hasta la sede de salud.
“Visitamos adultos mayores, niños con parálisis cerebral y personas con algún tipo de discapacidad. Parte del compromiso que adquirimos cuando trabajamos para la CCSS es poder entregar nuestro trabajo y poder ayudar a la comunidad de la mejor manera posible, ese compromiso se refleja en el trabajo que hacemos visitando a las personas que no pueden llegar hasta la sede del ebáis”, expresó Cortés Ángel.
En esta última visita del año, participó la doctora de la sede, una enfermera, un funcionario de redes, un interno universitario y el asistente técnico de atención primaria (atap).
Para esta ocasión el buen tiempo los acompañó hasta la mitad del trayecto ya que la lluvia los tomó no tan de sorpresa: “A veces es difícil porque tenemos que caminar mucha distancia bajo el sol, bajo la lluvia, cruzar ríos. Pero se hace con mucho cariño, con mucho compromiso y sobre todo tratando de ayudar a estas personas”, afirmó la funcionaria.
De acuerdo con la doctora, las visitas domiciliares las sectorizan a lo largo de la época de verano para tratar de abarcar la totalidad del territorio. Es así como don Luis, doña Ana Lorena y Benedicta, fueron algunos de los pobladores que recibieron, en esta ocasión, al personal de salud para su valoración médica.
“Tenemos una familia de tres hermanas que tienen una miopatía, una enfermedad que produce debilidad muscular y les resulta muy difícil desplazarse. Nos percatamos que una de ellas perdió su cita de reumatología en el San Juan de Dios y perdió su cita en fisiatría de Pérez Zeledón. Parte de esta visita es poder llegar y darnos cuenta de qué le hace falta al paciente para poder ponerlo al día”, añadió la doctora Cortés.
Esta zona dispone de dos atap quienes realizan visitas periódicas a las comunidades para atender la salud de los pobladores y, en coordinación estrecha con la sede para ebáis, estar pendientes de sus necesidades y tratar de ayudar de una u otra manera.
“Somos nosotros los que tenemos que resolverles y preocuparnos por poder ayudarles con lo que les hace falta”, expresó la funcionaria.
La sede para ebáis de La Casona se encuentra ubicada en el cantón de Coto Brus de la provincia de Puntarenas y se caracteriza por ser territorio indígena con 3 711 usuarios adscritos, la mayoría de ellos pertenecientes al pueblo ancestral Ngäbe-Buglé.