“¡Cuánto me gustaría poder devolver el tiempo y cambiar mi estilo de vida!”. Son las palabras de don Luis Ulate Segura, quien, a sus 53 años, reflexiona sobre una vida pasada marcada por malos hábitos: inadecuada alimentación, mal control de su hipertensión, falta de ejercicio regular y, sobre todo, mucho estrés. Todo ello afectó su corazón hasta desarrollar una insuficiencia cardiaca.
Aunque no puede devolver el tiempo, don Luis mira hacia el futuro con optimismo y, sobre todo, con responsabilidad para sobrellevar su condición de salud. Actualmente asiste a las sesiones de rehabilitación cardiaca en el hospital San Vicente de Paúl, controla su hipertensión, acude puntualmente a sus controles médicos, cumple cabalmente con sus tratamientos y se ha propuesto llevar una vida más tranquila.
Insuficiencia cardiaca: viviendo con esperanza y resiliencia
- Susana Saravia Calderón
- 09/05/2025
- Nacionales
“¡Cuánto me gustaría poder devolver el tiempo y cambiar mi estilo de vida!”. Son las palabras de don Luis Ulate Segura, quien, a sus 53 años, reflexiona sobre una vida pasada marcada por malos hábitos: inadecuada alimentación, mal control de su hipertensión, falta de ejercicio regular y, sobre todo, mucho estrés. Todo ello afectó su corazón hasta desarrollar una insuficiencia cardiaca.
Aunque no puede devolver el tiempo, don Luis mira hacia el futuro con optimismo y, sobre todo, con responsabilidad para sobrellevar su condición de salud. Actualmente asiste a las sesiones de rehabilitación cardiaca en el hospital San Vicente de Paúl, controla su hipertensión, acude puntualmente a sus controles médicos, cumple cabalmente con sus tratamientos y se ha propuesto llevar una vida más tranquila.
¿QUÉ ES LA INSUFICIENCIA CARDIACA?
De acuerdo con los doctores Melissa Rodríguez y Moisés Vázquez, especialistas en cardiología de los hospitales San Vicente de Paúl y Rafael Ángel Calderón Guardia, respectivamente, la insuficiencia cardiaca es una condición en la que el corazón es incapaz de bombear la sangre necesaria para suplir las necesidades del organismo, ya sea porque se encuentra muy débil o porque presenta rigidez que le dificulta relajarse.
Existen varios factores que la originan. Algunos son de tipo genético (menos comunes), pero en la mayoría de los casos se trata de una condición prevenible. El Dr. Vázquez indica que entre un 60% y un 75% de los casos están relacionados con la enfermedad coronaria (obstrucción de las arterias del corazón), que es la primera causa de insuficiencia cardiaca. Otra causa frecuente es la hipertensión mal controlada. El fumado, haber sufrido un infarto no tratado o con secuelas en el ventrículo también pueden desencadenarla.
Aunque el tipo de insuficiencia cardiaca puede variar entre hombres y mujeres, esta condición puede presentarse en ambos géneros, sobre todo después de los 50 años, si no se han controlado los factores de riesgo. La insuficiencia cardiaca es la principal causa de hospitalización en personas mayores de 65 años, señaló el Dr. Vázquez.
TENGO INSUFICIENCIA CARDIACA Y NO LO SÉ: ¿QUÉ PODRÍA EMPEZAR A SENTIR?
Ambos especialistas indican que los principales síntomas que experimentan las personas con insuficiencia cardiaca son:
- Falta de aire o disnea al realizar actividades sencillas como caminar o ir al supermercado. A menudo refieren sentirse fatigadas y sin capacidad para realizar tareas habituales.
- Hinchazón en piernas y pies.
- Disnea nocturna (paroxística): la persona se despierta de forma súbita porque siente que se ahoga.
- Dificultad para respirar al acostarse en plano (ortopnea), por lo que necesita varias almohadas.
- Crépitos o presencia de líquido en los pulmones.
- Adherencia al tratamiento y cambios en el estilo de vida: la clave para sobrellevar mejor la insuficiencia cardiaca
Tanto el Dr. Vázquez como la Dra. Rodríguez coinciden en que se puede vivir con insuficiencia cardiaca, siempre y cuando la persona cumpla con los siguientes cuidados:
- Apego estricto al tratamiento médico optimizado y tomar los medicamentos según la indicación.
- Asistir regularmente a las citas médicas. También es clave colocarse las vacunas recomendadas para adultos (influenza, neumococo), ya que las personas con insuficiencia cardiaca son más vulnerables a enfermarse.
- Realizar actividad física acorde con la severidad del cuadro clínico. Mantenerse activo evita el debilitamiento muscular que genera más fatiga.
- Tener una dieta baja en sal.
- Limitar la ingesta de líquidos para evitar acumulación en piernas y pulmones.
- Evitar medicamentos de venta libre, especialmente los utilizados para el dolor.
Estas recomendaciones buscan mejorar la calidad de vida del paciente. No se trata solo de prolongar la vida, sino de vivirla con bienestar. Las descompensaciones más frecuentes suelen estar relacionadas con el incumplimiento del tratamiento o con transgresiones en la dieta, señaló la Dra. Rodríguez.
GRANDES OPCIONES DE TRATAMIENTO, PERO LA PREVENCIÓN SIEMPRE SERÁ MEJOR
Los especialistas destacan que la CCSS, a través de sus clínicas de insuficiencia cardiaca, dispone de medicamentos de excelencia, como los conocidos “cuatro fantásticos”, una combinación de fármacos considerada el tratamiento optimizado a nivel mundial, con alta tasa de éxito.
Además, se cuenta con dispositivos como marcapasos, resincronizadores cardiacos y desfibriladores automáticos implantables (DAI), que ayudan a mejorar la función del corazón y a prevenir arritmias peligrosas. En casos muy graves, también es posible realizar trasplantes de corazón en Costa Rica.
Desde octubre del año pasado, la CCSS dispone de resonancia magnética cardiovascular, una herramienta avanzada que permite identificar mejor el origen de la insuficiencia cardiaca y brindar tratamientos más precisos y personalizados.
La institución cuenta con especialistas en esta área y con clínicas especializadas en varios hospitales, lo que permite un seguimiento más cercano y un mejor control de la enfermedad, reduciendo hospitalizaciones que impactan directamente en el pronóstico del paciente, indicó el Dr. Vázquez.
Sin embargo, tanto él como la Dra. Rodríguez insisten en que lo más importante es prevenir. Aunque la CCSS tiene una robusta oferta de tratamientos, lo ideal es no llegar a desarrollar insuficiencia cardiaca. Basta con seguir las reglas de oro para prevenir muchas enfermedades: cuide su peso, controle su presión arterial, realice actividad física, no fume ni vapee, y gestione sus niveles de estrés.